Motivos por los que las plantas no florecen

Publicado el : 24/03/2022 16:21:49
Categorías : Cuidados del jardín , Cultivo de plantas

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En ocasiones puede ocurrir que las plantas dejen de echar flores sin ningún motivo aparente cuando en otros momentos lo han hecho. En estos casos, aunque a priori se cuiden con esmero, pueden existir otros factores que inciden de forma negativa en su crecimiento habitual. En el supuesto de que se trate de una especie nueva, debe tenerse en cuenta que es normal que no florezca hasta que no alcance una cierta madurez. 

Falta de luz 

Pese a que una de las principales causas que impiden que las plantas florezcan es la falta de luz, también puede ocurrir cuando la incidencia de los rayos del sol es excesiva. En función del ejemplar es necesario elegir una ubicación determinada que se ajuste a sus necesidades. Casi siempre es imprescindible que el lugar sea luminoso, ya que de este modo se garantiza la fotosíntesis. 

Si la iluminación solar es insuficiente, es poco probable que el vegetal pueda realizar sus funciones básicas, entre las que se encuentra dar flores, ya que no cuenta con la energía precisa. Sin embargo, conviene informarse de la cantidad de claridad que se necesita en cada supuesto para evitar que se quemen o que aparezcan otros problemas. 

Escaso nivel de nutrientes 

Tanto si la planta se encuentra en el suelo como en una maceta, la fertilización del sustrato por el que se extienden las raíces es esencial. En concreto, para garantizar una correcta floración es importante añadir las cantidades adecuadas de potasio y fósforo que, por norma general, no suelen encontrarse en la tierra. 

En este sentido, lo más recomendable es adquirir un abono específico para especies con flores y añadirlo según las indicaciones del fabricante. A la hora de elegir un producto de este tipo es importante que incorpore un porcentaje reducido de nitrógeno entre sus componentes. 

Riego incorrecto 

La frecuencia y la cantidad de agua que se incorpora a las plantas también son dos factores determinantes en la ausencia o disminución de la floración, así como para todo el conjunto en general. Un riego excesivo suele provocar que las raíces se pudran o que aparezcan hongos. En caso contrario, el vegetal tiende a debilitarse, lo que motiva que no florezca y que incluso pueda llegar a morir. 

Podar de forma inadecuada 

Antes de proceder a la poda es fundamental conocer las características de la planta con detalle para realizar esta operación de manera correcta. El objetivo es mantener las ramas que pueden llegar a florecer, lo que implica un trabajo de identificación exhaustivo. 

Por otro lado, si nunca se cortan las partes del ejemplar para que crezca con más fuerza también puede constituir una causa de la escasez de floración. Por lo tanto, se recomienda al menos eliminar las flores y las ramas que se han marchitado o que están más deterioradas, asegurando que el tajo se realiza respetando la distancia de dos dedos por la parte inferior. 

La incidencia del clima 

 

Por norma general, el frío suele ser el peor enemigo de las plantas y del crecimiento de las flores a nivel particular. En las zonas donde las heladas suelen ser habituales durante el invierno e incluso la primavera, los vegetales resultan dañados con total probabilidad y, en primer lugar, suelen limitar su floración. 

Desarrollo de plagas 

Las distintas plagas y enfermedades pueden originar el debilitamiento de la planta y, como consecuencia de ello, una mayor dificultad para echar flores. Además, los primeros brotes suelen ser el objetivo de todo tipo de insectos, ya sean cochinillas, arañas rojas, moscas, etc., por lo que en cuanto sea evidente su presencia, es necesario adoptar las medidas necesarias. 

La edad de la planta 

La planta debe encontrarse en la edad adecuada para florecer, es decir, probablemente no se vea ninguna flor si es demasiado joven o vieja. Al igual que la especie humana y animal, los vegetales también tienen sus tiempos para realizar determinadas funciones. 

 

Según la tipología es posible que desarrolle antes o después dicha capacidad. Así, se encuentran ejemplares que empiezan a brotar a los 4 o 5 meses y otros que no lo hacen hasta que cumplen 5 años como mínimo.

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