Diferencias entre luz cálida y luz fría

Publicado el : 27/01/2022 14:38:17
Categorías : Bricolaje , Hogar

ÍNDICE:

Cada tipo de luz nos provoca una sensación diferente.

El tipo de iluminación que se elige para cada espacio influye de manera determinante en la decoración y en el ambiente que se crea en el mismo. El color de una bombilla puede cambiar por completo la sensación que transmite una determinada zona, por lo que conviene elegir bien las luces de las distintas estancias de una vivienda para transmitir confort y bienestar.

Además, se debe tener en cuenta que cada parte de una casa necesita una determinada luz. En la mayoría de los casos, suele ser diferente en la cocina, el baño, el salón y los dormitorios debido a que las actividades que se realizan en cada sitio también son distintas. En función de las tareas que se deban acometer y del efecto que se pretenda causar, es preciso decantarse entre una luz cálida, fría o natural. 

¿Qué significa luz cálida y luz fría? 

En primer lugar, es importante explicar que el color de la luz, también conocido como la temperatura del color, abarca tres tonos distintos que se miden en grados Kelvin. De este modo, se distinguen las siguientes tonalidades: 

  • La luz cálida que se encuentra por debajo de 3.300 grados Kelvin. 

  • La luz fría que oscila entre los 5.000 y los 6.500 grados Kelvin. 

  • La luz neutra o natural que se ubica en torno a los 4.000 grados Kelvin. 

Pese a que los distintos tipos de luces se miden de esta forma, no significa que las diferentes bombillas emitan una mayor o menor temperatura. En su lugar, se trata de la sensación que perciben las personas a través del color ámbar en la luz cálida y el color azul en la luz fría. De este modo, a través de la iluminación se transmite calidez o frialdad al ambiente. 

¿Cuándo se recomienda utilizar la luz cálida? 

En el supuesto de la luz cálida, el objetivo es crear un entorno tranquilo que favorezca la relajación y el descanso. Dado que se caracteriza por ofrecer una tonalidad tenue y suave, es recomendable utilizarla en los siguientes casos: 

  • En los dormitorios es imprescindible colocar una lámpara con luz cálida. Por norma general, suele estar ubicada en las mesitas de noche para utilizarla justo antes de dormir y al levantarse. 

  • En los salones también juega un papel fundamental como complemento de otras luces más potentes. Siempre resulta muy práctico contar con una iluminación más suave para crear un ambiente confortable y acogedor después de una dura jornada laboral. 

  • En otros espacios fuera del entorno doméstico se recomienda asimismo usar luz cálida. Es el caso, por ejemplo, de un restaurante, un balneario, un centro de masajes, un hotel, etc. 

  • También constituye un recurso muy útil cuando se trata de resaltar determinados detalles en la decoración de un espacio. Este tipo de iluminación tiene la capacidad de incrementar los volúmenes y realzar los colores. 

  • A la hora de aplicar la luz cálida, es importante considerar que no está indicada en zonas donde se realizan actividades que requieren fijar la vista, ya que las bombillas de color ámbar suelen causar fatiga en los ojos en estos supuestos. 

¿En qué casos se debe usar la luz fría? 

Por su parte, la luz fría consigue subir el estado de ánimo, así como favorecer la concentración a la hora de estudiar o trabajar. Dado que es el tipo de luz que genera una mayor luminosidad es totalmente apta para colocarla en estancias donde se trabaja de forma habitual. Teniendo esto en cuenta, se recomienda utilizar esta iluminación en los siguientes casos: 

  • Las cocinas son el espacio preferente donde se suele colocar luz fría, ya que es importante ver bien para realizar todas las labores con la máxima seguridad. 

  • Los cuartos de baño también son una estancia donde los focos de color azul se suelen combinar con otras tonalidades más cálidas. El motivo se debe a que de este modo se mejoran las condiciones de visibilidad mientras se realizan determinadas tareas de aseo personal. 

  • En las oficinas y en las estancias que se utilizan para estudiar o trabajar, la luz fría es la más empleada gracias a que consigue una mayor estimulación que lleva a la acción. 

  • En determinados espacios públicos, como bibliotecas, centros comerciales, supermercados u hospitales, este tipo de luz azul también suele estar presente porque favorece una total visibilidad. Asimismo, se emplea en lugares más oscuros o que no tienen demasiado tránsito de gente.

¿Dónde se puede utilizar la luz neutra? 

La luz natural o neutra es otra de las tonalidades existentes y que produce sensación de limpieza y frescor. Como su propio nombre indica, es la iluminación que más se asemeja a la luz natural del día y, por lo tanto, mantiene la sensación real de los espacios sin llegar a alterarlos. En la mayoría de los casos, este tipo de luz consigue levantar el ánimo de las personas, provocando un chute de energía. 

Así, las zonas donde más se recomienda su instalación son los vestidores, los espejos, las cocinas, los museos, las bibliotecas, etc. A grandes rasgos, es preferible decantarse por esta iluminación en aquellas zonas donde se pasen muchas horas realizando una actividad concreta que requiere de una alta atención visual. 

¿Se pueden combinar los distintos tipos de luces? 

La respuesta es sí y, de hecho, es altamente recomendable combinar luces con distintas tonalidades. Gracias a que cada una tiene una temperatura del color diferente, se consiguen crear efectos únicos según sea necesario en cada zona. 

En el caso de una vivienda, es aconsejable instalar luz fría y luz cálida o neutra en todas las estancias. De este modo, no solo ayuda a conformar una decoración particular, sino que se pueden encender cada una en función de las tareas que se estén realizando y el momento del día que sea para activarse o relajarse según el caso. 

De este modo, no es necesario determinar las actividades que se van a llevar a cabo en cada estancia en concreto, sino que en todas se puede disponer del ambiente que mejor responda a las necesidades. En este sentido, es posible servirse de flexos, lámparas de pie, lámparas colgantes, etc., y aprovechar un mayor catálogo de recursos decorativos, aunque teniendo siempre presente que la iluminación general de la casa debe ser suave para evitar molestias. 

¿Una luz es mejor que otra? 

A grandes rasgos, no se puede establecer que la luz cálida sea mejor que la fría, o viceversa, ya que depende de las necesidades de visibilidad de cada espacio. No obstante, es interesante tener en cuenta que la vida útil es mayor en un caso que en otro. En concreto, suele ser habitual que las bombillas de luz cálida duren menos que las de luz fría.

Además, también es importante considerar que las luces frías suelen tener un precio más alto debido a que su fabricación entraña más costes. Para conseguir un mayor nivel de luminosidad es necesario que el foco emita una potencia luminosa más elevada. 

Share