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Qué hay que saber sobre las chimeneas de leña

Publicado el : 27/11/2018 10:13:10
Categorías : Calefaccion , Construcción

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En comparación con otras fuentes de energía, la leña es uno de los combustibles más asequibles. No obstante, se necesita contar con el espacio suficiente para su almacenamiento y es preferible vivir en un sitio donde se pueda conseguir esta materia fácilmente.

Las chimeneas de leña son, sin duda, una de las formas más económicas de mantener una vivienda con un ambiente agradable y aunque durante mucho tiempo desaparecieron de los hogares, en la actualidad han vuelto a resurgir con fuerza gracias a sus múltiples virtudes.

A la hora de elegir un modelo, lo más aconsejable es decantarse por una de calidad. Aunque lo ideal es disponer de una chimenea de obra, existen otras portátiles que se pueden colocar en cualquier sitio. Asimismo, es importante considerar ciertos elementos que ayudan a incrementar su seguridad y eficiencia, como es el caso de las puertas aislantes o los sistemas cassette e insert.

Si estás pensando en instalar en tu casa una chimenea, te interesará saber las ventajas e inconvenientes de estos sistemas de calor, así como algunos aspectos que se deben considerar para que funcione sin ningún problema.

Ventajas e inconvenientes de las chimeneas de leña

Entre los atributos de las chimeneas de leña destaca que se trata de una de las fuentes de calor más ecológicas que se pueden tener en una vivienda. El combustible que se utiliza para generar calor es una energía renovable, por lo que el impacto al medio ambiente es casi inexistente.

También cabe destacar que el mantenimiento de estos sistemas es muy sencillo y económico, lo que ha dado lugar a que en los últimos años hayan comenzado a instalarse en mayor medida en un gran número de hogares, no sólo en las casas rurales como era habitual. Además de ello, este tipo de chimeneas constituyen un elemento decorativo único y consigue aportar un estilo íntimo y acogedor al espacio donde esté colocado.

En muchas ocasiones se utiliza como un complemento de otros sistemas de calefacción, sobre todo en inmuebles muy grandes o que cuentan con estancias muy separadas donde es difícil mantener una temperatura estable. Por último, otra ventaja de las chimeneas de leña es la posibilidad que ofrecen para cocinar alimentos del mismo modo que se hacía antiguamente.

Respecto a sus inconvenientes, aunque la instalación no es demasiado complicada, uno de los puntos imprescindibles es disponer de una salida de humos. Como hemos comentado antes, la vivienda debe contar con una habitación adecuada para guardar la leña, donde se pueda asegurar su mantenimiento en seco. Junto a ello, otra desventaja es la limpieza continua para retirar las cenizas cada vez que se utiliza la chimenea y el cuidado que se debe tener para evitar que la habitación se llene de humo y malos olores.

Puntos importantes sobre las chimeneas de leña

  • Durante la época de mayor uso, las chimeneas de leña necesitan un mantenimiento diario para retirar las brasas y las cenizas.
  • Es aconsejable limpiar la salida de humos con un deshollinador al menos una o dos veces al año.
  • Hay que asegurarse de que la leña no contenga humedad para que prenda correctamente. Para ello, se debe dejar secar durante casi un año y a la hora de buscar un tipo de madera con una mayor capacidad calorífica, las mejores alternativas son la encina y el roble.
  • En el momento de encender la chimenea, es fundamental evitar todas las corrientes de aire o de lo contrario el humo inundará toda la estancia.
  • El tiro es uno de los elementos más importantes de una chimenea de leña, por lo que es aconsejable elegir uno regulable que se pueda modificar para adaptarse a las condiciones de la temperatura y la humedad.
  • Nunca se debe encender el fuego utilizando líquidos inflamables, como el alcohol. De hecho, hay que evitar tener este tipo de productos cerca de la chimenea para prevenir posibles accidentes.
  • A la hora de apagar el fuego es preferible dejar que se vaya consumiendo de forma progresiva en lugar de arrojar agua.
  • La salida de humos debe ser lo más recta posible y sobresalir del tejado 60 centímetros aproximadamente, sin olvidar que tiene que estar situada a una distancia de al menos 8 metros de otras viviendas o elementos. De esta forma se garantiza que el humo salga sin ningún obstáculo.

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