¿Cómo son las piscinas de arena?

Publicado el : 28/04/2022 16:19:44
Categorías : Bricolaje , Mantenimiento de piscinas

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Las piscinas de arena que simulan una playa son una de las tipologías más espectaculares y llamativas que existen. Hasta hace relativamente poco tiempo, tan solo estaban presentes en los hoteles de lujo y en algunos parques temáticos, aunque en la actualidad se pueden instalar en cualquier espacio de uso privado. 

Por ello, si se cuenta con un jardín o un terreno lo suficientemente amplio, es posible configurar el entorno para darse un chapuzón en verano casi de la misma forma que en la costa. Debido al gran atractivo de estos diseños exteriores, son cada vez más las personas que se decantan por esta opción en su casa

Configuración de las piscinas de arena 

Al igual que en las piscinas convencionales, en esta modalidad también es preciso realizar obra. La base y las paredes son de hormigón, lo que garantiza la estanqueidad y evita el riesgo de fugas de agua. A partir de ahí, su principal particularidad es que este material está cubierto y rodeado de una resina de arena compactada que consigue reproducir un ambiente paradisiaco del modo más natural posible y aportar una mayor suavidad al tacto. 

Junto a ello, se caracterizan por presentar una superficie inclinada que va bajando más cuanto mayor es la profundidad del agua. Asimismo, su forma suele ser irregular para dar la sensación de que se trata de una charca original, así como para adaptarse a la perfección a cualquier tipo de suelo. 

Aunque también existe la posibilidad de elegir entre algunos modelos prediseñados, las piscinas de arena son 100 por 100 personalizables. En este sentido, los clientes pueden decidir el tamaño, la forma y la profundidad según las necesidades y preferencias particulares. Además, en la mayoría de los casos, los estanques de agua suelen ir acompañados de un diseño en el paisaje para que todo el conjunto quede perfectamente integrado.

Incluso en el caso de que ya se cuente con una construcción convencional, se puede convertir sin ningún problema en otra que imite una playa. Lo único que se necesita es disponer del espacio suficiente para conseguir un resultado estético. 

Ventajas de las piscinas de arena 

  • Este tipo de piscinas son totalmente seguras, ya que la entrada en las mismas se produce de forma gradual a través de una pendiente suave. Por ello, no es necesario colocar ninguna escalera, configurándose un espacio idóneo para que los más pequeños y las personas con movilidad reducida puedan disfrutar. 

  • La masilla que reviste la superficie es antideslizante, por lo que desaparece el riesgo de resbalones tan habitual en los estanques tradicionales. 

  • Al contrario de lo que sucede en la arena de la playa, en este caso no hay ningún peligro de sufrir quemaduras en los pies cuando el pavimento se calienta con el sol. 

  • Estos diseños consiguen convertir cualquier zona en un espacio más natural, acogedor y cálido. De hecho, la temperatura del agua suele estar varios grados por encima que la de las piscinas comunes debido a las características de la arena. 

  • Se trata de construcciones totalmente flexibles que no solo se adaptan a las circunstancias del terreno, sino que también se pueden adaptar según la profundidad y los acabados que se deseen.

  • Por norma general, las obras de estas piscinas suelen ser más sostenibles debido a que respetan en mayor medida las características del suelo. 

Inconvenientes de las piscinas de arena 

  • El espacio que se necesita para construir una piscina de arena es considerablemente mayor que en otros casos, por lo que no resulta una opción viable para todos los tipos de residencias. 

  • Del mismo modo, la inversión que se debe realizar es sumamente superior, ya que no solo implica la obra del estanque que requiere más tiempo, sino también un proyecto de paisajismo y el alto precio de los materiales que se emplean. A grandes rasgos, el coste suele oscilar entre 18.000 y 25.000 euros teniendo en cuenta una extensión de agua de 18 metros cuadrados aproximadamente. 

  • El mantenimiento que se debe procurar implica algunos trabajos tediosos cada cierto tiempo para garantizar que la arena compactada se mantiene en perfectas condiciones.

Tamaño recomendable para una piscina de arena 

Las dimensiones del terreno sobre el que se pretende construir una piscina de arena deben ser lo más espaciosas posible. Cuanto más grande sea el espacio, mejores resultados se pueden conseguir desde el punto de vista estético. A grandes rasgos, los expertos recomiendan disponer de una zona que tenga como mínimo 10 metros cuadrados. En caso contrario, es preferible decantarse por una construcción convencional. 

Peculiaridades que pueden tener las piscinas de arena 

Es importante tener en cuenta que esta tipología es apta para los climas cálidos y fríos. No obstante, en función del uso que se vaya a realizar, se puede climatizar del mismo modo que las piscinas habituales utilizando la misma tecnología. 

Asimismo, también se puede elegir un diseño desbordante, es decir, cuando la superficie del agua se encuentra al mismo nivel que el suelo. Lejos de lo que se pueda llegar a pensar, esta alternativa no supone un consumo excesivo de agua, ya que la misma se va moviendo a través de un sistema de recirculación. 

Mantenimiento de las piscinas de arena 

Entre las tecnologías que se deben incorporar y las tareas de limpieza imprescindibles para que la piscina de arena se mantenga en perfecto estado destacan los siguientes puntos: 

  • Al igual que cualquier otra piscina de obra, esta modalidad también necesita contar con un sistema de depuración del agua. Debe tenerse en cuenta que la calidad y el número de filtros deben ajustarse al tamaño del estanque y al volumen de líquido que contiene. 

  • Para mantener despejadas las orillas y evitar que caiga suciedad en el interior es importante limpiarlas a menudo. 

  • Es recomendable vaciar la piscina cada 4 o 5 años aproximadamente para sustituir el revestimiento de arena compactada. Solo de esta forma se puede garantizar que la arena no se separe. En este momento, también se debe aprovechar para comprobar que no existe ninguna grieta en el hormigón que pueda acelerar el desgaste del vaso o provocar fugas. 

  • El suelo se puede limpiar sin ningún problema utilizando un robot limpiafondos eléctrico. 

  • Pese a que este tipo de piscinas resisten a la perfección las bajas temperaturas, el hielo y la nieve, y no es necesario cubrirlas durante los meses en que no se utilicen, es conveniente encender el sistema de depuración varias horas al día. Así, el espacio se encontrará listo para darse un baño cuando llegue de nuevo la época veraniega. 

Teniendo en cuenta todos estos aspectos de una piscina de arena, antes de decidirse por su construcción es aconsejable consultar las posibles dudas con un especialista. Además, de este modo se puede saber con total seguridad si esta tipología es la más adecuada para el espacio y el presupuesto disponibles. 

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