Mantenimiento de una estufa de pellets.

Publicado el : 01/03/2017 22:13:03
Categorías : Calefaccion , Construcción

Indice de contenidos.

Las estufas de pellets, muy de moda en estos últimos años, reciben un uso intensivo durante las estaciones frías; sobre todo en las regiones de climatología más adversa:


Un mantenimiento de su estufa de pellets habitual y adecuado es imprescindible para mantener su instalación funcionando de la manera más eficiente. La regularidad con la que una estufa de pellets necesitará efectuar operaciones de mantenimiento, dependerá del tipo de estufa y de la cantidad de combustible consumido en esa temporada.


No obstante le vamos a dar una serie de recomendaciones de mantenimiento regular que le permitirán, preservar la eficiencia de la calefacción, así como la vida útil de la misma evitando incómodas averías.

Estufa de pelles


Herramientas y materiales para el mantenimiento de una estufa de pellets.

  • Un kit de mantenimiento para una estufa de pellets básico incluye un cepillo flexible para la chimenea para cubrir un diámetro igual o ligeramente superior al de los tubos que tenga instalados, normalmente serán de 80 mm.
  • Un cepillo de pelo corto para limpiar el interior de la estufa.
  • Aspirador de cenizas.
  • Pellets deshollinadores.
  • Limpia cristales de chimenea en espuma.

Consideraciones generales.

Hay que tener en cuenta que no todos los pellets son iguales ni están fabricados con la misma calidad de materia prima, normalmente los pellets más caros, los de madera natural y baja humedad, tienen una valor calórico más alto y ensucian menos que los pellets de bajo coste, aunque dependiendo de su tipo de chimenea puede ser que le vaya mejor unos tipos de pellets que otros, en cuyo caso es recomendable que por un lado siga la instrucciones del fabricante a este respecto , pero a la vez haga alguna prueba con diferentes tipos de pellets para ver cuál es el que mejor le va a su modelo de chimenea.

Saco de pellets de alta calidad.


La frecuencia con la que hay que añadir pellets a la calefacción va a depender, en primer lugar y aunque resulte obvio del tamaño de la tolva de su chimenea y de la temperatura a la que suele poner el termostato de la instalación, depende también del tamaño del habitáculo que queramos calentar, una tolva de tamaño medio, para una casa de menos de 100 metros, podría ser que con un llenado al día sea suficiente, mientras que si al estancia es mayor tengamos, casi con seguridad que dos llenados al día.


Incluso en el caso contrario, una tolva de gran capacidad, para calentar una sola habitación o una estancia pequeña, puede aguantar más de un día sin tener que recargar el combustible.


Antes del comienzo de la estación fría se hace imprescindible revisar el cestillo de combustión y la resistencia, para comprobar que esté en buen estado.

Este punto es tremendamente importante porque además está en juego no solo el buen funcionamiento sino también la seguridad de la estufa.


Aparte de estas labores de mantenimiento de periodicidad anual, las estufas de pellets necesitan un mantenimiento más habitual orientado a mantenerla siempre limpia. Esta es una tarea habitual que ha de realizar después de cada encendido, para ello se hace necesario contar con un aspirador de cenizas de buena calidad, no intente ahorrar en este accesorio ya que será determinante a la hora de mantener su estufa de pellets en buen estado.


Durante los meses de uso de la calefacción hay una serie de operaciones de mantenimiento que se deben de realizar con una periodicidad al menos semanal.


Vaciar el cajón de ceniza que se suele encontrar detrás de la cámara de combustión.
Elimine los trozos de escoria que se hayan generado por la combustión del pellets. Si se van generando trozos grandes de escoria, que puede que no sean absorbidos por el aspirador de ceniza, dejarán menos espacio para el oxigeno obteniendo una combustión menos eficaz.
• Otra de las tareas importantes es revisar que no se esté generando una capa de hollín adherida a las paredes de la cámara de combustión, esto generaría un menor impulso calórico, que tendrá un reflejo muy importante en la menor eficiencia de la estufa. Una ligera capa de hollín cubriendo las paredes de la cámara de combustión sería suficiente para rebajar el rendimiento de la calefacción de una manera muy notable. Para eliminar esta película de hollín será muy útil usar un cepillo de pelo corto.
Limpiar el intercambiador de calor según indique las instrucciones del manual del fabricante.
Mantenga siempre limpio el cristal, no es solo una cuestión estética, ya que esto le permitirá hacer un seguimiento de la combustión de la calefacción mientras está encendida. Para ello puede usar papel de cocina y un limpiacristales específico para estufas.
Controle regularmente el color de la llama, si ésta es de color naranja oscuro o vez de amarillo brillante o blanco, es síntoma de una mala combustión, en cuyo caso le recomendamos que llame al servicio técnico oficial de su estufa, o a un profesional del sector para que le haga una revisión.
De vez en cuando deje que se vacíe completamente el sinfín que alimenta la calefacción y la tolva de combustible para evitar que se acumule serrín, y restos de pellets, que puedan producir un mal funcionamiento del sistema de alimentación de combustible. Para retirar los restos de serrín del fondo de la tolva será de gran utilidad el aspirador de cenizas.


De vez en cuando, una vez al mes sería más que suficiente, puede usar un paquete de pellets deshollinadores, que mezclados con una carga de pellets normales, serán de gran ayuda para evitar que se peque el hollín.

Recomendaciones para cuando se terminan las estaciones frías, y tenga previsión de que la estufa va a estar apagada durante una larga temporada.

Vacíe por completo toda la estufa de pellets, restos de pellets, serrín, hollín y escoria. Déjela completamente limpia y no deje pellets en su interior si no va a usar la estufa en una buena temporada, estos podrían humedecerse. Además para volver a poner en marcha la calefacción es recomendable que lo haga con pellets nuevo, ya que prenderán con mayor facilidad.


Aproveche la época estival para limpiar el tubo de la chimenea de los restos de hollín acumulados a lo largo del invierno.


Sería conveniente ser precavidos, y un par de semanas antes de la llegada del frío, hacer una prueba general de la estufa para comprobar que está en perfecto funcionamiento y no llevarnos sorpresas cuando lleguen las bajas temperaturas.


Desde aquí, le recomendamos que dentro de lo posible, contrate servicios profesionales para hacer al menos una revisión anual por personal cualificado.

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