Cuidados básicos de un bonsái

Publicado el : 19/02/2021 14:06:45
Categorías : Cuidados del jardín , Cultivo de plantas

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Cuidados básicos de un bonsái

El bonsái es una de las plantas que más atención requiere para conseguir que crezca de forma adecuada. Sin embargo, su cuidado no es tan complicado como se cree habitualmente. Tan solo es necesario aplicar algunas recomendaciones en cuanto al riego, el abono, el trasplante o la ubicación.

La palabra bonsái proviene de la cultura japonesa y se puede traducir por “cultivar en una bandeja”. Sencillamente se trata de plantar un árbol en una maceta y poner en práctica una serie de técnicas para que se mantenga en un tamaño reducido. De hecho, uno de los mayores encantos de este tipo de ejemplares es precisamente evitar que sus dimensiones no sobresalgan de un recipiente.

¿Cuál es el mejor lugar para colocar un bonsái?

Tanto los bonsáis de interior como de exterior deben estar ubicados en una zona bien iluminada, donde llegue la luz del sol de forma directa o haya una media sombra si es verano. En cualquier caso, es muy importante que en el lugar elegido no se produzcan cambios bruscos de temperatura y que esté protegido del viento.

Lo más recomendable es colocar estos árboles cerca de una ventana grande, asegurándose de que se encuentran alejados de cualquier punto de calefacción. Además, hay que prestar atención al nivel de humedad para que sea el adecuado en todo momento, llegando a pulverizar la planta cada cierto tiempo si fuera necesario.

¿Cómo se debe regar un bonsái?

El riego es uno de los aspectos fundamentales en el cuidado de cualquier bonsái. Aunque la frecuencia con la que se debe añadir agua depende del tipo de planta, su tamaño, la estación del año o el clima, se pueden seguir unos consejos a nivel general:

  • Los bonsáis se deben regar cuando la tierra empieza a secarse. Para ello, lo mejor es tocarla para comprobar el grado de humedad que tiene.
  • Es aconsejable evitar el riego al mediodía. En esta franja horaria, el árbol tiene una temperatura más alta debido a la incidencia de la luz solar, por lo que el agua se absorbería muy rápidamente.
  • Cuando llega el momento de regar, hay que hacerlo con la suficiente cantidad para alcanzar a todo el conjunto.

¿Cómo se realiza el abonado de un bonsái?

Dado que los bonsáis suelen estar plantados en macetas bastante pequeñas, no tienen la posibilidad de extenderse para buscar nutrientes del mismo modo que otras especies. Por ello, es fundamental abonar de forma regular este tipo de árboles, sobre todo durante su etapa de crecimiento. Así, se garantiza que la tierra del recipiente cuenta con las propiedades necesarias.

Para fertilizar un bonsái de forma adecuada es necesario que el abono cuente con una proporción equilibrada de nitrógeno, fósforo y potasio. Además, se deben considerar los siguientes aspectos:

  • La mejor época para realizar el abono es la que transcurre entre el inicio de la primavera y finales de otoño.
  • Si se trata de árboles de interior, la fertilización se puede llevar a cabo durante todo el año sin problema.
  • Se debe evitar abonar los bonsáis que están recién trasplantados o que presentan alguna plaga o enfermedad.
  • Es importante añadir pequeñas cantidades de abono, pero siempre de manera constante.

¿Cómo tiene que ser la tierra para un bonsái?

El sustrato de un bonsái debe tener algunas características básicas:

  • La mezcla de tierra tiene que ser correcta para garantizar los nutrientes necesarios a la planta.
  • Es importante que el sustrato garantice un buen drenaje, ya que un exceso de agua puede pudrir las raíces.
  • Al mismo tiempo, es necesario que la tierra sea capaz de retener una cantidad suficiente de agua entre un riego y otro.
  • Los granos que conforman el sustrato deben tener un tamaño adecuado para que existan pequeños huecos por la maceta. De este modo, se garantiza que el bonsái cuenta con la suficiente oxigenación.

¿Es necesario trasplantar un bonsái?

Aunque los bonsáis no llegan a alcanzar un gran tamaño, con el paso del tiempo van incrementando sus dimensiones. Para evitar que las raíces llenen por completo toda la tierra y que el árbol muera, es imprescindible trasplantarlo de forma regular. Solo de esta forma se puede asegurar que la planta continúa teniendo los nutrientes que necesita para crecer y florecer.

La frecuencia con la que se debe trasplantar un bonsái depende del ritmo de crecimiento que lleve. Si es rápido, se debe mover a otra maceta cada dos años aproximadamente y, si es lento, cada 4 o 5 años.

La mejor época para realizar este trabajo es al final del invierno o al principio de la primavera. En estos meses existen más posibilidades de que el árbol se recupere pronto y siga desarrollándose.

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