Consejos para el mantenimiento de las alfombras

Publicado el : 15/11/2019 11:16:01
Categorías : Bricolaje , Hogar

cuidado de las alfombras

 

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Es bastante habitual encontrar hogares donde no hay colocada ninguna alfombra y otros donde siempre hay una o varias en las estancias más importantes. En este último caso, seguro que sus habitantes conocen bien las tareas continuas de limpieza que es necesario realizar para mantener este elemento decorativo en perfecto estado.

Es cierto que las alfombras contribuyen a crear un ambiente más íntimo y acogedor, pero el polvo se acumula fácilmente en el tejido, con el consiguiente desarrollo de alergias. Tampoco se puede olvidar que se manchan fácilmente, sobre todo si hay niños en casa, y que a menudo desprenden malos olores. Además, si no se mantienen adecuadamente, al final terminan apelmazándose y comienzan a deshilacharse, perdiendo su encanto original y siendo el foco de algunos accidentes domésticos.

Por ello, es imprescindible procurar unos cuidados básicos a estos elementos decorativos a diario, así como otro tipo de acciones en los casos más críticos. No hay que olvidar que las alfombras suelen estar fabricadas de tejidos bastante delicados, como hilo, lana, fibras vegetales, etc., algo que complica aún más los cuidados.

 

Limpiar el polvo a diario

Aunque esta tarea pueda suponer un fastidio, a la hora de colocar una alfombra en casa se debe tener en cuenta que sacar el polvo todos los días es fundamental. Lo más práctico es utilizar una aspiradora, aunque también se puede optar por el barrido o por sacudir directamente. En cualquier caso, hay que evitar que las pelusas y los ácaros se vayan acumulando en su interior.

 

Prevenir el desgaste

Además de amortiguar las pisadas, sobre las alfombras también es muy común colocar muebles, sobre todo mesas. Dado que estos objetos tienen un peso considerable, es aconsejable mover la alfombra cada cierto tiempo para que no se produzca un mayor desgaste sobre las zonas donde descansa el peso.

No obstante, si la alfombra ya tiene algunas marcas de muebles, se puede recuperar su estado normal aplicando cubitos de hielo y dejando que se derritan. En el supuesto de que este truco no funcione, se puede intentar levantar las fibras con mucho cuidado.

 

Eliminar los olores desagradables

La suciedad que se va acumulando en las alfombras puede llegar a desprender olores que enturbian el ambiente. Uno de los productos más recomendados para neutralizar estos aromas es el bicarbonato. Tan solo hay que espolvorearlo por encima, esperar unos minutos para que actúe y, por último, pasar la aspiradora para retirar los polvos. Para disfrutar de una fragancia más agradable, también se puede pulverizar aceites o ambientadores sobre la misma alfombra.

 

Recuperar el color original

Con el paso del tiempo y el uso, es bastante normal que las alfombras vayan perdiendo su color original, pero no hay de qué preocuparse porque poniendo en marcha algunos remedios se puede recuperar en cierto modo. Ya sabemos que el vinagre es un líquido natural con un excelente poder limpiador, por lo que, si se mezcla con alcohol, ambos constituyen una solución muy eficaz para que la alfombra vuelva a lucir como en los primeros días.

Otro truco consiste en mezclar sal gorda con agua para formar una pasta que se debe extender por toda la alfombra hasta que se seque. Después, se frota con un cepillo para que se absorba mejor la combinación y, por último, solo hay que retirar los restos.

 

Eliminar todo tipo de manchas

Cuando una alfombra se mancha, lo más importante es actuar cuanto antes. El vino tinto, el café o la tinta de bolígrafo pueden ser marcas casi imposibles de eliminar, pero si se procede con rapidez, es posible que no quede ni rastro del incidente. Así, lo primero es utilizar papel absorbente para retirar la máxima cantidad posible de estos líquidos y evitar que penetren en mayor medida en los tejidos. Es cierto que existen productos quitamanchas muy efectivos, pero si es la primera vez que se utilizan, lo más conveniente es probarlos en una zona invisible. Además de ello, también se puede recurrir a otros remedios caseros:

  • La tinta de boli se puede eliminar fácilmente impregnando la mancha con leche.
  • El color oscuro del té o el café puede desaparecer frotando con una mezcla a base de detergente y vinagre blanco.
  • Para quitar los restos de vino tinto, se recomienda aplicar agua con gas y después utilizar una espuma limpiadora.
  • El pegamento se consigue quitar de forma sencilla frotando con una esponja humedecida en alcohol y agua.
  • Las manchas de pintura o pintauñas pueden desaparecer con disolvente para limpieza en seco y después aplicar detergente neutro con vinagre.

No obstante, antes de aplicar estos trucos es importante tener en cuenta el material de la alfombra. La lana, el algodón, otras fibras naturales o los materiales ecológicos, por ejemplo, solo aceptan agua y jabón neutro para evitar daños.

En caso de que la alfombra se manche con comida o por otros motivos que dejen restos sólidos, para retirarlos es muy afectivo raspar con la parte de un cuchillo que no corta. Después, ya solo queda eliminar la mancha que haya quedado utilizando un paño limpio y la mezcla que mejor funcione, teniendo en cuenta que el movimiento siempre se debe realizar desde fuera hacia dentro para evitar que el lamparón se extienda más.

A la hora de limpiar una alfombra también es muy importante leer con detenimiento las indicaciones de la marca, sobre todo en lo que respecta a los tintes que se hayan incorporado en su proceso de fabricación. Si no estamos seguros de obtener un buen resultado aplicando un remedio casero, lo más conveniente es recurrir a los servicios de una tintorería a través de la limpieza en seco.

 

Recuperar una alfombra desgastada

Es normal que, con el paso del tiempo, las alfombras se vayan desgastando, los bordes se levantan o se deshilachan de algunas partes. Si se trata de un elemento decorativo de excelente calidad o con un alto valor emocional, es preferible encargar su reparación a un profesional, aunque se debe tener en cuenta que esta opción suele ser más costosa que adquirir una alfombra nueva.

Si se cuenta con la suficiente maña, en casa es posible reparar los rotos, cambiar los bordes, teñirla de nuevo, colocar un ribete en los deshilachados, etc. Además de ello, también existe un truco infalible para evitar que las esquinas se levanten: tan solo hay que humedecer estas áreas y después colocar algo de peso encima para que recuperen su posición original otra vez.

 

Limpieza a fondo anual

Al menos una vez al año es recomendable realizar una limpieza a fondo de las alfombras. Para ello se deben efectuar algunas tareas habituales, comenzando por aspirar o sacudir el polvo. Después, una buena técnica para eliminar la sensación de suciedad es espolvorear bicarbonato de sodio y sal gorda por toda la superficie, dejando que estos dos ingredientes penetren en las fibras durante 8 o 10 horas para retirar la suciedad y reducir los malos olores. Una vez transcurrido este tiempo, se vuelve a aspirar a conciencia. El proceso continúa frotando la alfombra con un paño limpio humedecido en agua con amoniaco, sin llegar a mojar demasiado el tejido.

Dependiendo del material de la alfombra y de su tamaño, otra opción consiste en lavarla directamente en la lavadora. Normalmente, en la etiqueta suelen aparecer las indicaciones de lavado, aunque no hay que olvidar que se debe seleccionar un ciclo frío sin centrifugado y utilizar jabón neutro. Para secarla, lo mejor es colgarla en un sitio donde no incida el sol de forma directa para evitar que se acartone.

 

Guardar la alfombra correctamente

La primavera y el verano suelen ser las épocas del año en las que no se utilizan alfombras en cualquier casa. Antes de guardarlas durante estos meses es imprescindible limpiarlas bien y enrollarlas en papel de periódico que absorbe perfectamente la humedad y previene la aparición de ácaros. De este modo, este elemento decorativo ya está listo para almacenarse, siempre que esté colocado de forma horizontal y sin ningún objeto de peso encima para que no se deforme.

 

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