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Características de las estufas de leña modernas

Publicado el : 30/04/2021 17:03:43
Categorías : Calefaccion , Construcción

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Características de las estufas de leña modernas

Durante los meses de invierno, el gasto en calefacción se traduce en una importante preocupación para muchas familias. Incrementar la temperatura en una casa utilizando el gas natural o la electricidad conlleva tener que pagar cuantiosas facturas de forma periódica. Para solucionar en cierto modo esta cuestión, cada vez más hogares están optando por instalar estufas de leña modernas en las viviendas.

Estos aparatos constituyen una alternativa viable a otros sistemas de climatización por el ahorro de energía que suponen. Además, son muy fáciles de usar y aportan una calidez extraordinaria mientras contribuyen a crear un estilo único en cualquier espacio.

¿Cómo son las estufas de leña?

Las estufas de leña modernas son un sistema de calefacción que se puede utilizar como única opción o como complemento de otros. A través de la combustión de madera se emite un calor de alto rendimiento con el que se consigue calentar una o varias estancias de una vivienda de una forma totalmente limpia, sin contaminar el ambiente.

Normalmente esta tipología está fabricada de acero o hierro fundido, dos materiales capaces de resistir las altas temperaturas que se generan cuando se queman los leños. En su instalación no es preciso realizar una obra de gran envergadura, sino que únicamente es preciso que la chimenea esté conectada a un conducto de la pared o el techo que actúe como salida de humos.

¿Cómo funcionan las estufas de leña?

En el funcionamiento de una estufa de leña entran en juego dos conceptos básicos, gracias a los cuales se genera calor con el que se puede calentar una vivienda:

  • Aire primario: se trata del aire necesario para que tenga lugar la combustión de la madera y para que el fuego se mantenga encendido. La entrada de este aire se conoce como tiro y se puede regular abriendo y cerrando un cajón de la estufa ubicado en la parte inferior.
  • Aire secundario: este tipo de aire hace referencia a la corriente que entra por la zona superior de la estufa. Es igual de importante que el primario, ya que, en este caso, se encarga de incrementar el rendimiento del aparato.

En concreto, gracias a estas dos entradas de aire es posible que en el interior de la estufa tengan lugar una serie de procesos que eliminan los gases tóxicos que se generan durante la quema de la leña. Así, durante la combustión de la madera se produce un gas que cuando entra en contacto con el oxígeno origina una llama azul que desprende calor de una forma limpia.

Dentro del funcionamiento de una estufa de leña es importante destacar que el calentamiento del espacio se puede conseguir por convección o por radiación. En el primer caso, el calor se transfiere gracias al movimiento del aire a través de la doble cámara que incorporan los modelos más modernos. En el segundo supuesto, la estancia se caldea por la temperatura que se transmite desde las llamas o desde la estructura de la estufa.

¿Estufas de leña de acero o hierro fundido?

Las estufas de leña actuales están fabricadas de acero o hierro fundido. Cada material presenta una serie de características concretas que conviene conocer para tomar la decisión más acertada en función de las necesidades de climatización que se tengan en cada casa. Aunque se suelen unir piezas de ambos elementos para conformar la caja, el mayor o menor peso de cada uno influye en los atributos del conjunto final.

El acero es un componente mucho más ligero que el hierro fundido, lo que permite calentar cualquier espacio en un tiempo inferior. Dado que el acero pesa menos, se puede mover e instalar con una mayor facilidad. Sin embargo, el hierro fundido presenta una mayor resistencia, lo que permite que la estufa permanezca en buen estado durante muchos años y tenga un precio superior.

En la parte delantera se deja un hueco cuadrado para colocar la puerta. Este cierre suele incorporar un cristal especial que resiste sin ningún problema las altas temperaturas, así como un material aislante para que no se produzca ninguna fuga desde la cámara de combustión.

Partes de una estufa de leña actual

Los últimos modelos de estufas de leña se caracterizan por ser altamente eficientes y por incorporar una serie de elementos novedosos:

  • Doble cámara: la mayoría de las estufas de leña actuales incluyen un sistema de doble cámara que mejora la combustión de la madera. Gracias a este componente puede entrar una cantidad superior de aire para conseguir que toda la materia prima se queme por completo. De este modo, se incrementa notablemente el rendimiento del aparato mientras se consigue un ahorro de energía.
  • Doble deflector de humos: este componente permite regular la salida del humo para que las condiciones climatológicas del exterior no reduzcan el nivel de calor en el interior.
  • Ventilador: para conseguir una mejor distribución del calor que produce la estufa, es imprescindible que incorpore un ventilador para mover el aire caliente por toda la habitación.

Ventajas de instalar una estufa de leña en casa

  • Las emisiones contaminantes de una estufa son mínimas, por lo que se considera una de las alternativas de calefacción más limpias.
  • En la actualidad se fabrican aparatos con diferentes medidas y formas. Esto permite que se puedan colocar en cualquier rincón, ya sea apoyándose sobre el suelo o colgando en una pared.
  • Se trata de un sistema que aporta calor de una forma natural y ecológica. Además, a diferencia de lo que ocurre en otros casos, esta materia prima se va renovando continuamente.
  • El precio de la leña es mucho más asequible que otras fuentes de calor, aunque pueden existir algunas diferencias en función del corte y del tipo de árbol.
  • El rendimiento de este tipo de estufas puede llegar a alcanzar el 75%, por lo que se pueden utilizar como sistema principal de calefacción o como complemento si se trata de viviendas de grandes dimensiones o que están ubicadas en zonas con climas muy fríos.

Inconvenientes de las estufas de leña

  • En comparación con otros sistemas de calefacción, las estufas de leña necesitan un mantenimiento continuado, sobre todo a la hora de limpiar las cenizas o el conducto por donde se expulsan los humos.
  • Se debe pensar en el espacio que hay disponible en casa para guardar la leña. Dado que esta materia prima es bastante voluminosa, es necesario buscar un lugar adecuado para almacenarla y protegerla de las inclemencias del tiempo.
  • Las estufas de leña conllevan un riesgo mayor por el hecho de encender un fuego en el interior. Por ello, es preciso adoptar unas medidas básicas de seguridad, sobre todo si hay niños, como por ejemplo respetar un espacio entre la estufa y otros elementos que se puedan prender o mantener una ventilación constante.

Consejos para elegir una estufa de leña

Antes de comprar una estufa de leña es importante analizar una serie de cuestiones, como por ejemplo el espacio que se quiere calentar, si va a constituir el sistema de calefacción principal o complementario, el lugar donde se colocará, el clima de la zona donde esté ubicada la vivienda, etc. En concreto se debe tener en cuenta lo siguiente:

  • Tamaño de la estufa: no siempre un mayor tamaño está ligado a una gran capacidad para calentar una casa. Es importante fijarse en las medidas de la estufa para saber cuáles son las de la cámara de combustión, es decir, donde se produce el fuego.
  • Ubicación de la estufa: es recomendable elegir un lugar específico en la vivienda para instalar este tipo de aparato, en lugar de hacerlo en cualquier rincón donde haya espacio suficiente. Hay que pensar que la ubicación de la estufa es determinante para que el calor se propague por la mayor cantidad de estancias posible.
  • Potencia de la estufa: al igual que ocurre con el tamaño, se debe elegir la potencia que mejor se ajuste a las necesidades de climatización del hogar. Si se opta por un modelo superior en este sentido, es posible que a largo plazo se produzca un derroche de energía y de dinero.

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