Cómo usar una remachadora

Publicado el : 26/09/2018 10:04:40
Categorías : Bricolaje , Herramientas de bricolaje

Índice de contenidos:

Se utiliza sobre todo para unir piezas de diferentes maneras, ya sea a través de clavos, tornillos, con pegamento o soldándolas. Respecto a la forma y tamaño de las piezas, esta herramienta permite manipular de todo tipo, desde planas a otras con una mayor anchura e incluso elementos más grandes.

Tipos de remachadoras

Es posible encontrar diferentes modelos de remachadora (manual, eléctrica, neumática y de batería), aunque los más conocidos son los dos primeros. En el primer caso, encontramos dos brazos que se deben cerrar con la mano para que el aparato funcione y en el segundo, la estructura consta de un cuerpo uniforme que se agarra para dirigir el trabajo.

  • Entre las remachadoras manuales o de mano podemos encontrar las remachadoras de palanca que están indicadas para un uso profesional y materiales o tareas en las que se tenga un difícil acceso.
  • Las remachadoras neumáticas se utilizan en trabajos industriales que requieren mayor presión.
  • Las remachadoras de batería nos podrán ofrecer una mayor velocidad en la tarea mientras que reduce el nivel de fatiga.

Ambos tipos disponen de boquillas intercambiables para que sea posible adaptar el remache con la medida que mejor se ajuste a la tarea que se quiera realizar. La principal diferencia entre una y otra es la presión manual o la activación de un interruptor para que se ponga en marcha.

¿Qué son los remaches?

Con este nombre se conocen los tubos de forma cilíndrica que se utilizan como elementos de fijación. Se componen de un vástago, el cual se mete en la boquilla de la remachadora, y una cabeza o perno en el otro extremo.

Como ya hemos comentado, es posible encontrar una gran variedad de medidas para elegir el remache que mejor se ajuste a la aplicación, tanto en diámetro como en longitud. Del mismo modo, este elemento también está disponible en diferentes materiales y acabados. Su fijación es tan fuerte que, para separar las piezas posteriormente, sería necesario romper los remaches. Dependiendo de su función podemos encontrar diferentes tipos de remaches:

  • Los remaches estándar se utilizan sobre materiales metálicos como el cobre o el acero garantizando una fuerte sujeción a un precio más económico.
  • Los remaches paraguas están indicados para materiales blandos con resistencia baja a la presión, ofreciendo por otro lado alta resistencia frente a la corrosión.
  • Los remaches flor también se utilizan en materiales blandos como la madera o el plástico, o materiales con mayor rigidez. Con cabeza característica en forma de flor nos garantizará una buena unión entre las piezas.
  • Los remaches estancos están indicados en aquellas tareas en las que haya que evitar la fuga de líquidos o vapores, gracias a su forma y su cabeza.
  • También existen remaches para la fijación de molduras, económicos y sencillos.

Pasos del proceso de remachado

1) Esta tarea es realmente sencilla, ya que tan solo consiste en introducir el remache con la remachadora por un orificio que hayamos hecho antes. Por lo tanto, el primer paso consiste en perforar las piezas que queramos unir con una broca adecuada.

2) Cuando llega el momento de elegir el remache, es imprescindible que la profundidad y el diámetro se amolden al tamaño de las piezas que se pretenden juntar, teniendo en cuenta las medidas de la cabeza. Un truco para no fallar en esta elección consiste en seleccionar uno que sobresalga un poco. Posteriormente, es preciso coger la boquilla de la remachadora donde sea posible introducir el vástago del remache.

3) El siguiente paso es poner la cabeza del remache en el orificio que hemos hecho en las dos piezas. Una vez que está bien fijado, cogemos la remachadora y ponemos el vástago en la misma para empezar a presionar o activar el botón si es un modelo eléctrico. A través de esta acción, el vástago termina finalmente desprendiéndose del remache y el resultado es que el vástago aprieta las dos piezas para que queden perfectamente unidas.

Es muy importante ejercer presión hasta que notemos que el vástago se ha soltado y que los dos elementos han quedado fijados por completo. En el caso de que quieras juntar dos materiales diferentes, es aconsejable realizar las instrucciones del párrafo anterior sobre el lado que presente una mayor resistencia para que la unión sea más precisa.

Nuestro consejo: Siempre que utilices este tipo de herramientas es necesario que cuentes con la protección adecuada, utilizando la ropa de seguridad necesaria siguiendo las instrucciones de seguridad que nos indique el fabricante de la herramienta. Tanto la remachadora como los remaches que vayas a utilizar deben estar en buen estado, y comprueba que los remaches son los adecuados para la tarea que vayas a realizar. Una vez protegido y siguiendo los pasos que te hemos explicado verás que el proceso de remachado es bastante sencillo, consiguiendo los mejores resultados.

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