Pasos para pintar una habitación

Publicado el : 14/03/2018 11:33:38
Categorías : Construcción , Decoración

Colores pintura

Indice de contenidos

Probablemente en muchas ocasiones hayas pensado en darle un toque distinto a alguna estancia y no sabes por dónde empezar. Si no cuentas con demasiado presupuesto, una alternativa es pintar las paredes tú mismo. Aunque pienses que se trata de una tarea muy complicada, si sigues algunos pasos básicos conseguirás que la habitación luzca totalmente diferente y sin apenas esfuerzo.
Estamos de acuerdo en que los elementos decorativos son una pieza clave en el estilo de un espacio, pero hay que tener en cuenta que el color también influye sobremanera en el aspecto general. Por ello, no dudes en ponerte manos a la obra, para lo cual necesitarás fundamentalmente una lija, una brocha o rodillo, un pincel fino, imprimación y pintura de buena calidad. Después, los pasos que debes seguir son:

Prepara la estancia

Lo primero que debes hacer es sacar todos los objetos de la habitación, tales como muebles, alfombras, lámparas o cuadros. En el caso de que no puedas mover algún objeto, no dudes en cubrirlo con un plástico o con una sábana que ya no uses. También debes proteger aquellas zonas que no quieres que se manchen de pintura con cinta de carrocero, como por ejemplo los marcos de puertas y ventanas, interruptores, etc.
Al igual que es importante preparar la habitación para poderla pintar sin ningún obstáculo, también es conveniente vestirnos con ropa vieja que no nos importe desechar.

Elige el color

Antes de comenzar con el trabajo, es importante seleccionar el color de la pintura. Para ello es muy importante que tengas en cuenta el estilo del resto de la vivienda, así como la estética que quieras aportar a la estancia. No olvides que cada tonalidad puede provocar un efecto diferente en el espacio, ya sea amplitud, calidez, saturación, luminosidad, etc.

Lija las paredes

Para que la habitación quede perfecta es fundamental preparar las paredes previamente. Uno de los errores más comunes consiste en aplicar capas de pintura sobre la superficie sin antes haber eliminado cualquier resto de color anterior. Por ello, si queremos conseguir un acabado impecable y duradero, es necesario retirar la primera capa con una espátula y posteriormente lijar la superficie para poder pintar sobre una pared limpia. Un paso básico que debes tener en cuenta es pasar un trapo húmedo por las paredes para quitar el polvo que se haya podido generar con el lijado.
En el caso de que existan huecos o cualquier otra imperfección en la pared, deberás taparlos con masilla y una vez que se haya secado, volver a pasar la lija para que quede una superficie uniforme.

Aplica la imprimación

Este paso consiste en poner una base antes de pintar con el objetivo de preparar la zona. La imprimación, o también conocida como pintura selladora, es un producto que se aplica para que la pintura pueda ser absorbida de forma homogénea por toda la pared. Al mismo tiempo, también permite que las capas se fijen mejor.
El tiempo que debes esperar una vez que has suministrado el imprimador oscila entre 30 minutos y dos horas. En ningún caso esperes más de ese periodo, ya que de lo contrario es probable que la pintura no se adhiera bien.

Comienza a pintar

Después de haber realizado los pasos anteriores, ha llegado el momento de pintar las paredes. Es preferible utilizar un rodillo para cubrir la mayor parte de la zona, excepto los laterales y esquinas donde deberás emplear una brocha o un pincel más fino.
En cuanto a las capas que debes dar dependerá del tipo de acabado que prefieras. En cualquier caso, conviene no poner más de dos capas de pintura, ya que aunque hayamos fijado la imprimación, es posible que la pintura no se adhiera correctamente si nos excedemos en la cantidad.

Recomendaciones para pintar una pared de forma adecuada

  • Remueve bien la pintura antes de comenzar a cubrir la pared. Para ello puedes utilizar un palo de madera y realizar movimientos circulares hasta que el producto adquiera la consistencia idónea.
  • Entre una mano y otra de pintura es necesario esperar el tiempo suficiente para que la primera se haya secado por completo.
  • Es recomendable realizar esta tarea sobre todo en un día seco, para evitar que la humedad y el excesivo calor interfieran en el resultado.
  • La mejor forma de pintar es comenzando desde la parte superior hacia abajo. De esta forma se evitan las manchas como consecuencia del goteo de la pintura. Asimismo, conviene comenzar por el techo y a continuación, las paredes.

De esta forma tan sencilla e invirtiendo muy poco dinero es posible cambiar por completo la apariencia de cualquier habitación. Además del motivo estético, también es aconsejable pintar las viviendas cada cierto tiempo para conseguir que se mantengan en buenas condiciones y procurar la higiene necesaria. ¿Alguna vez te has animado a pintar por tu cuenta algún espacio de tu casa?

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