¿Cómo pintar las puertas de casa?

Publicado el : 10/10/2017 20:38:32
Categorías : Bricolaje , Hogar

Indice de contenidos:

¿Realmente lo puedo hacer yo? ¿Mejor contratar un profesional?

Si eres más lanzado/a vamos a explicarte cómo pintar las puertas de casa de forma detallada para que, al menos, si decides hacerlo tú mismo/a tengas bien claro de qué manera.

Cierto es que el tiempo siempre hace mella y seguramente las puertas de tu casa se hayan resentido (pintura desgastada, golpes…). Pero eso no importa, siempre es el momento oportuno para renovar la pintura o incluso para darle un toque muy diferente a tu hogar. Quizá el caso es que quieres hacer un cambio radical de color en una o varias habitaciones… ¿Es así?

En fin, sea cual se el motivo, ¡vamos al grano!


Pasos para pintar las puertas de casa.


Antes de empezar, vamos a hacer una breve lista de los diferentes materiales y herramientas que necesitarás: pintura (si no, ¡mal!), rodillo y/o brocha, cinta de carrocero, papel o alfombra para tapar el suelo, una bayeta, una espátula, una lija manual y/o una lija eléctrica y masilla reparadora.
Primer paso: Elige el color
Es de lógica, pero es fundamental saber de qué color vas a pintar tu puerta. En función de ello también deberás tomar otras medidas. Si el nuevo color es muy diferente al anterior tendrás que aplicar más capas y, por tanto, comprar más pintura.

Por otro lado, al saberlo también puedes meditar si comprar primer. Te explicamos más tarde para que puede servirte esta opción.

NOTA: Si vas a pintar con un tono claro sobre oscuro necesitarás, seguramente, unas cuatro capas de color. Si el tono es más bien oscuro con tres tendrás suficiente.
Segundo paso: Quita la puerta
Si realmente buscas hacerlo bien y conseguir un buen acabado es la opción que realmente recomendamos. Así pues, comenzaremos por separar la puerta de las bisagras donde está sujeta (quizá necesites ayuda si la puerta pesa mucho).

Posteriormente tendrás que buscar un lugar para colocar la puerta. Busca un lugar donde puedas trabajar, cubre el suelo (si te importa que no se manche) y colócala sobre dos caballetes o sobre dos sillas. Te será más fácil aplicar los siguientes pasos.
Tercer paso: Pon a punto la puerta antes de pintarla
¿A qué nos referimos? Pues a quitar aquellos elementos metálicos que no queremos pintar o a recubrirlos bien con esa misma finalidad (utilizar el papel de carrocero). A pulir los bordes y rectificar los cantos (si es necesario). Y, sobre todo, a lijar bien la imperfecciones que tenga la puerta (golpes, etc.) y tapar algunos agujeros que pueda tener.

En función de las imperfecciones puedes utilizar una lija manual. Si quieres ir más allá e incluso quitar parte del color de la puerta para no tener que añadir tantas capas de pintura puedes apostar por una lija eléctrica. En el caso de los agujeros aplicar masilla reparadora.

Por último, es importante limpiar la superficie como mínimo con un poco de agua e incluso también con unas gotas de amoníaco. Para ello puedes usar una bayeta. Es un gran error no quitar el polvo y otros residuos antiadherentes que pueda contener la puerta.

NOTA: Si la puerta tiene cristales puedes optar por quitarlos o por dejarlos. Si los quitas te aseguras que no se pintarán, aunque quizá sea más complejo. La opción fácil es dejarlos y después quitar con una espátula la pintura incrustada.
Cuarto y último paso: Prepara las herramientas, la pintura y ¡a pintar!
Ya dispuestos a llevar a cabo la tarea más importante, darle color a nuestra puerta, lo primero que tenemos que hacer es lavar la brocha y/o los rodillos para evitar que los pelos u otros restos no deseados se caigan en el momento de pintar.

Seguidamente, deberemos remover la pintura a base de movimientos circulares. Esto permitirá que el color se acabe homogeneizando del todo. (Remover de vez en cuando durante el proceso de pintura es siempre una buena opción).

(Opcional): Aplicar una capa de primer. Te permitirá conseguir un mejor sello, adherencia y uniformidad a la pintura que añadiremos después.

Y, por último, solo nos queda pintar y tener paciencia. Decimos esto porque vas a tener que aplicar diferentes capas y porque pintar siempre la requiere. De todos modos, si al aplicar la primera capa hay alguna pequeña imperfección siempre podrás pasar la lija y taparla durante la segunda capa (o posteriores).

NOTA: Asegúrate que dejas el tiempo suficiente entre las diferentes capas de pintura. Unas seis-ocho horas es lo recomendable, pero depende de la cantidad de pintura añadida y de la propia meteorología (humedad, temperatura….).

Bueno, ¿Ya estás concienciado y preparado para pintar la puerta? ¿Tienes todo lo necesario para ello?

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